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Argentina y la marca de los jacobinos

por | Historia

 

Antecedentes Locales

 

Formando parte del Virreinato del Río de la Plata, en los albores del siglo XIX, en los años 1806 y 1807, el Puerto de Buenos Aires, sufre la invasión de las tropas inglesas, cuya finalidad era apropiarse del territorio en el marco de su enemistad con España.

 

Una heroica defensa de la mano de Santiago de Liniers (militar francés que llegaría a ser luego de su destacada acción, Virrey del Río de la Plata entre 1807 y 1809) generó la cohesión de las tropas de origen criollo, aglutinadas principalmente en el Regimiento de Patricios, y la conciencia de ‘autonomía’ en numerosas familias vecinas de la Ciudad, que se habían defendido de la invasión sin contar con la ayuda del ejército español, con el agravante de que el Virrey Sobremonte había huido con los tesoros del Cabildo.

 

Algunos sectores minoritarios, con ideas iluministas propias de la Revolución Francesa, formaron las llamadas ‘logias secretas de la independencia’, con la finalidad de establecer una república; entre ellas se destaca la ‘Logia Lautaro’, de la cual participaría el Libertador de Argentina, Chile y Perú, General Don José de San Martín; dichas logias no se encontraban adheridas al ‘Gran Oriente Inglés’ de la Masonería, sino que tenían solamente la finalidad de buscar caminos de Independencia; cuando con el correr de los años entre 1810 y 1820, se oficializan como parte de la Masonería; el General San Martín decide excluirse de la misma, y por tal motivo es alejado de Buenos Aires, nombrándolo Gobernador de Cuyo (junto a la Cordillera de los Andes).

 

Antecedentes externos

 

Al invadir Napoleón España, y hecho prisionero Fernando VII, la Ciudad de Cádiz pudo defenderse y en tal circunstancia el pueblo organizó una Junta de Gobierno; con el mismo criterio se crearon las Juntas de 1810 allí donde, en América, existía desconfianza al gobernante, o el que regía había sido nombrado por la Suprema Junta Central, de manera que su título había caducado al disolverse ésta.

 

También hemos de tener en cuenta el antecedente de la Independencia de EEUU en 1775 y la Revolución Francesa de 1789, como asimismo los movimientos intelectuales y religiosos de la Reforma y de Descartes.

 

La situación del mundo cuando se produce la Revolución de mayo de 1810, es un encuentro político entre el Renacimiento y la Reforma, instaurando una nueva ideología: la ideología del progreso.

 

Estamos evidentemente frente a una confrontación de culturas que va a abrir un debate de insoslayables consecuencias políticas en nuestro país. La situación se complica, toda vez, que el objeto inmediato a lograr es la emancipación. Y los valores que subyacen en la colonia están directamente ligados con la cultura de la hispanidad y la Fe católica.

 

Se llevarán adelante dos visiones de ‘Gobierno Patrio’, unos acompañando al Primer Presidente de la Junta de Gobierno Don Cornelio Saavedra que encarnará los ideales de la Argentina latente, fundada en el humanismo hispano católico, y el otro llevado adelante por Mariano Moreno, Secretario de la Primera Junta de Gobierno, que propone un nacionalismo jacobino, inspirado en los ideales de la Revolución Francesa.

 

Ante el inesperado fallecimiento de Mariano Moreno, y el establecimiento de la Junta Grande en 1811, con la incorporación de representantes de las provincias, se consolida la continuidad cultural hispana; contando, con hombres que sostienen el anhelo de una monarquía como los Generales Manuel Belgrano y Don José de San Martín, héroes de la Independencia, quienes merecen una crónica aparte por su desprendimiento, honestidad y profunda fe católica, uno devoto de la Virgen de la Merced y el otro nombrando a la Virgen del Carmen patrona del Ejército que habría de cruzar la Cordillera de los Andes para liberar a Chile y Perú.

 

Sin embargo, el espíritu jacobino sigue estando presente y marcará la historia Argentina, con preponderancia en algunas épocas y retirada en otras; con diferentes formas de gobierno después de la Junta Grande, como los Triunviratos, la Asamblea del año 1813, que abolió la esclavitud, y los Directorios que subsistieron hasta 1820.

 

En 1816 se proclamará la Independencia con representantes de todas las Provincias que conformaban el Virreinato, comenzando a gestarse lo que luego será la república Argentina, sin embargo, la independencia recién se consolidará hacia 1820.

 

Las Provincias del Río de la Plata tendrán gobiernos autónomos delegando en Buenos Aires las relaciones exteriores, así sucesivamente oscilarán entre gobiernos ‘unitarios’ que encarnan el espíritu liberal y gobiernos ‘federales’ que encarnan la herencia hispánica.

 

En 1853 se redacta la primera Constitución Nacional, adoptando la forma Republicana y Federal, que guiará a la Nación, con sucesivas reformas hasta nuestros días.

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