Una nueva persecución religiosa

En los cursos de catecismo generalmente se les habla a los niños del ejemplo de los mártires cristianos que sufrieron y dieron testimonio de Cristo en la Roma pagana; ejemplo heroico, semillas que florecieron en la conversión del Imperio Romano. Los perseguidores fueron emperadores paganos y crueles
En conversaciones y reflexiones suele hablarse de las no tan lejanas persecuciones que sufrieron los católicos en México y en España en pleno siglo XX, igualmente de las persecuciones a católicos y ortodoxos en los países secuestrados por los marxistas. Las torturas al Cardenal Jozsep Mindszenty en Hungría escandalizaron a la cristiandad y suscitaron oraciones por él en todo el mundo. Hoy oramos por los católicos perseguidos en los países musulmanes por grupos de fanáticos que dicen estar en guerra santa. En todos estos casos la violencia física ha sido un común denominador.
¿Por qué hay persecución contra el catolicismo, contra los católicos?
Es difícil responder la pregunta sin exponernos a aparecer como personas que creemos en conspiraciones. Hurgando un poco en la Historia nos encontramos que dentro de la época que llamamos Modernidad se dio una fuerte corriente de pensamiento que ha querido llamarse en español Ilustración, en otros idiomas se llama Iluminación. El comunismo y el nazismo persecutores de los cristianos fueron los hijos monstruosos de la Ilustración
La Ilustración ha predicado y se ha soportado en el uso exigente y cuidadoso de la razón, de manera que da un importante lugar al método científico para la comprobación de lo verdadero. El resultado de su aplicación en las ciencias físicas ha sido extraordinario, son innegables los avances en ese campo.
Sin embargo, sin ninguna necesidad científica pero con un orgullo producto de esos éxitos, los seguidores de esa corriente han arrinconado el pensamiento metafísico y negado “el mundo de la idea”, el mundo del espíritu, lo sobrenatural, el lado superior de los seres humanos, para reducir a los hombres en solo un avanzado producto de la evolución y nada más.
Bueno, si así quieren verlo, qué vamos a hacer.
Lo que no podemos aceptar es que esa postura se haya vuelto una “prédica de odio”, una persecución con violencia psicológica que consiste en atacar a los que creemos en Dios y reconocemos el valor y la presencia de lo sobrenatural, en particular a los cristianos católicos, en ese ataque se nos tacha de ignorantes y supersticiosos.
Conversaba con un amigo que estaba por terminar sus estudios de doctorado en una muy prestigiosa universidad europea y me compartía su admiración por una de las maestras de historia que en clase hablaba maravillas de la acción de la Iglesia Católica en la conformación de Europa. Sin mayor reflexión le pregunté si era católica practicante. La respuesta fue: “no podría, la burla la llevaría hasta perder su cátedra”.
Esta forma de persecución se ve también en las universidades norteamericanas con el caso de alumnos que sostienen posturas sensatas y bien documentadas acerca de la concepción del ser humano y que por tanto no coinciden con corrientes como la “ideología de género”. Corren el riesgo de ser expulsados, perder becas y/o verse obligados a tomar cursos de reeducación para “convencerlos” de esas doctrinas. Aún no me he informado de algo semejante en México.
Esta postura ilustrada compartida por dirigentes de organismos internacionales, UNESCO y la misma ONU, tiene también consecuencias en las concepciones morales. Así las corrientes que postulan que la libertad humana no tiene mayor límite que lo técnicamente posible ejecutan una forma de persecución al negar posiciones y soporte a los que no se pliegan a su parecer, a los que vemos en el hombre a un ser capaz de reconocer su compleja naturaleza material y espiritual.
En una postura hipócrita permiten hablar en la Asamblea General de la ONU a Su Santidad Francisco, pero condicionan ayuda médica-sanitaria, económica o de otro tipo a países que se niegan a aceptar legislaciones inmorales como el aborto presentado como “derecho” de la mujer o como servicio de salud.
Esta persecución en el ámbito de la cultura y de los organismos internacionales son abusos de una autoridad que debería respetar la libertad de credo que la misma Ilustración postuló.
A este clima persecutorio se suma otra forma de persecución practicada por los dueños de los medios de entretenimiento; naturalmente esta última puede ser anulada por el comprador de los servicios, sin embargo sabemos que la atracción que logran establecer hace difícil esa actitud y así al espectador menos decidido lo someten a un bombardeo de propuestas alineadas con las tesis anticristianas arriba descritas. Ejemplo de esto son la Organización Disney y Netflix, ambas en la línea de “ideología de género”.
Nuevamente estamos bajo persecución, más nos vale tener consciencia de ello y defender nuestra fe tanto en forma activa como en forma de resistencia.