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Presencia de USA en Taiwan

por | Internacional

 

En ocasiones se antoja pensar que efectivamente el paso de los años implica cambios de importancia en el desempeño político de las naciones que pueblan nuestro planeta, que las teorías de dominio, de desarrollo geopolítico, novedosas en el pasado, pueden quedarse olvidadas en los estantes de libros y documentos. Que por tanto hay que prestar más atención a enfoques focalizados y nuevas observaciones.

Pero, …

Sorpresivamente la experimentada, por los años que tiene y por los hechos que ha vivido, Nancy Pelosi, presidente demócrata en la Cámara de Representantes, provoca un curioso escandalo realizando una corta pero significativa visita a la isla de Taiwán. Visita realizada en contra de la fuerte opinión de China continental y, también, de la sugerencia de no hacerla de parte de la Casa Blanca. Por cierto, el viaje incluyó visitas a Corea del Sur y a Japón.

Concluida la Segunda Guerra Mundial en el Pacífico, los territorios que había ocupado Japón en China fueron liberados; esto permitió al gobierno de la República de China, fundada en 1927, volver a la capital y organizar su gobierno representado por el general Chiang Kai-shek, líder del partido en el poder: Partido Nacionalista Chino, el Kuomintang.

Desafortunadamente, también permitió a los comunistas que ya habían iniciado acciones insurgentes desde antes de la guerra, volver a la lucha conducidos por Mao Sedong. Contra lo esperado, las guerrillas comunistas derrotaron a las fuerzas del Kuomintang, el gobierno democrático y prooccidental, las mismas que terminaron refugiándose en la Isla de Taiwán, lugar desde el que Chiang Kai-shek esperaba volver para derrotar a los comunistas, lo que no sucedió.

Los países occidentales reconocieron a Taiwán como China y esto permaneció hasta que loa Estados Unidos iniciaron relaciones con China Continental y paulatinamente Taiwán fue desplazándose del interés inicial ante el poder económico y político de la China comunista. De hecho, la visita de Pelosi es la primera de un alto funcionario norteamericano en 25 años.

En anteriores entregas hemos comentado como la Historia nos muestra que a lo largo del tiempo, algún estado ha desempeñado el papel de nación hegemónica, aquella que, con actitud imperial franca, como Inglaterra en el siglo XIX o España en los siglos anteriores, impone comercio e irradia su cultura hacia amplias zonas del planeta.

Este liderazgo fue disputado al final de la Segunda Guerra Mundial por los Estados Unidos y la URRS. Sólo que ellos lo hicieron en forma hipócritamente imperial, uno queriendo imponer su estilo democrático con líderes afines a ellos, y el otro subyugando con dictaduras comunistas locales dirigidas desde Moscú. Finalmente, la caída de la URSS en 1989, dejó a los Estados Unidos como nación hegemónica con pretensiones de dominio mundial.

Varios autores nos han brindado sus estudios sobre estos temas, descollando entre ellos el británico Halford Mackinder, quien propuso que quien domina la “Isla continental”, es decir Eurasia, es quien puede hacerlo. ¿cómo es que Estados Unidos, fuera de esa isla, ha podido hacerlo?

Un analista de finales del siglo XX, Z. Brzezinski, explica que para poder ejercer ese dominio los nuevos líderes mundiales lo han logrado “sujetando” a la isla por los dos extremos, el occidental con la OTAN, es decir con sus aliados europeos, y el otro extremo con sus aliados en este caso orientales: Japón, Corea del Sur y Taiwán. También lo fue Hong Kong, solo que esta isla ya fue entregada a la China continental por el Reino Unido.

Pero, la hegemonía norteamericana ha sido fuertemente retada estos últimos años, precisamente por la China comunista, que no ha cometido el error de la URSS de descuidar su economía y que ha visto con ojos complacientes como la Rusia de Putin trata de lastimar a la OTAN con sus intentos bélicos de recuperar posiciones, primero Georgia y ahora Ucrania.

¿El viaje de la señora Pelosi al Lejano Oriente tiene como finalidad reforzar esa “sujeción” del extremo oriental? ¿podemos juzgar que Biden revitalizó la OTAN con presencia y fondos y que para no enfrentar descaradamente a Xi Jing pin deja que sea la Sra. Pelosi, “desobedeciéndolo”, quien hace el trabajo en el Lejano Oriente? Porque no solamente fue a Taiwán, también estuvo en Japón y Corea del Sur, quieran o no los jefes de China comunista.

Parece que aún son válidos los criterios clásicos de la geopolítica y que Estados Unidos no cede fácilmente.

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