¡Comparte con tu red!

La nostalgia de los refugiados nicaragüenses

por | Internacional, Política

En días recientes visitó México la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, tuvo una reunión de alto nivel con el gobierno de México para trabajar en temas en conjunto sobre Migración y Desarrollo.

La crisis de migrantes en México, a pesar de existir una pandemia, no ha disminuido. Por tal razón la visita es de lo más relevante. Sin embargo, hay que destacar que mientras las causas que originan la migración de miles de personas a México no cesen, la migración no disminuirá.

No sólo es la violencia que sufre la población de Honduras, o la situación en Venezuela, o los recientes conflictos en Colombia, es también la crisis de derechos humanos en Nicaragua que ha forzado a personas a dejar su país para salvar su vida.

Nicaragua es un país centroamericano que siempre ha tenido un flujo de migrantes hacia México. Sin embargo, a partir del 2018 a raíz de protestas en contra del sistema de pensiones en el país, se escaló la protesta ciudadana a violaciones graves de los derechos humanos[1] donde perdieron la vida alrededor de 325 personas (entre ellos 19 menores de edad) a manos del régimen.

Otros tantos ciudadanos se encuentran en las prisiones de Nicaragua como prisioneros políticos. Bienes y equipos de prensa y periodistas han sido confiscados. Oficinas de organizaciones civiles de derechos humanos allanadas e incautadas y sus activistas perseguidos.

En consecuencia, desde que inició el conflicto muchos nicaragüenses se han visto en la necesidad de salir del país como perseguidos políticos, muchos de ellos estudiantes. Jóvenes que han truncado la vida que tenían planeada y que no ven un futuro en Nicaragua.

Hace unas semanas el régimen nicaragüense ha detenido a varias personas que aspiran a ser precandidatos presidenciales, así como reconocidos líderes sociales, banqueros y diferentes activistas de derechos humanos. Todos ellos han sido enviados a la cárcel bajo la investigación de “Actos contenidos en la Ley de Defensa de los Derechos del pueblo a la Independencia, la Soberanía y la Autodeterminación para la Paz”.

Cabe mencionar que en Nicaragua se llevaran a cabo elecciones en noviembre de este año. Circula información en el sentido de que existen retenes donde checan los teléfonos celulares[2] para ver si el que lo porta está contra el régimen. Esta cacería de opositores ha ocasionado que de nueva cuenta un flujo de ciudadanos nicaragüenses salga del país hacia México y/o estados Unidos.

Es importante mencionar que tanto la comunidad internacional como la Organización de Estados Americanos (OEA), la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Consulados de diversos países y la Comunidad Europea desde los acontecimientos de abril del 2018 han emitido comunicados, pronunciamientos, informes sobre la situación de derechos humanos, y exhortos, sin éxito.

Ciudadanos nicaragüenses piden ahora, se aplique la Carta Democrática de la OEA, que es un instrumento en el cual se establecen los procedimientos para seguir cuando la democracia esta en riesgo. Sin embargo, la diplomacia y la burocracia entre países lleva tiempo.

Mientras todo esto sucede en el plano internacional, los nicaragüenses que llegan a territorio mexicano vienen con los sueños perdidos, añorando su país, su familia, sus amigos, en la duda de lo que viene y con esperanza de encontrar una mejor oportunidad para que cuando cambien las cosas, un día puedan volver a su patria.

Al entrar a territorio mexicano algunos buscan llegar a Estados Unidos, otros solicitan la calidad de Refugiado a las autoridades mexicanas (Secretaría de Gobernación a través de COMAR), entendiéndose la palabra Refugiado en México[3] aquel que sale de su país por temores fundados de ser perseguido por motivo de motivos de raza, religión, nacionalidad, género, pertenencia a determinado grupo social u opiniones políticas o en su caso porque su vida, seguridad o libertad han sido amenazadas por violencia generalizada, agresión extranjera, conflictos internos, violación masiva de los derechos humanos u otras circunstancias que hayan perturbado gravemente el orden público; a diferencia del Migrante, que sale de su país o región de forma temporal o permanente por violencia, o en busca de mejorar su calidad de vida y oportunidades laborales.

La protección que implica la calidad del refugiado es no ser enviado de vuelta a su país de origen donde peligra su vida y los países que la otorgan tienen la obligación de brindar esa protección.

Uno de los aspectos importantes en cuanto a migrantes y refugiados es la dignificación de toda persona que se encuentre en territorio mexicano aplicando el Principio de Universalidad. Es decir, por el simple hecho de ser persona extranjera o migrante tiene derechos, en la que los enfoques en la atención migratoria por parte de las autoridades de los tres niveles de gobierno deben ser en atención a sus derechos humanos, respeto y protección a su seguridad humana, igualdad y no discriminación, con perspectiva de género, cultura de paz, y no criminalización entre otras.

 

¿Por qué son importantes estos enfoques cuando hablamos de migración y refugiados?

Porque los derechos humanos son derechos inalienables a las personas por el hecho de ser personas, y son reconocidos por los tratados internacionales de los cuales México es parte. Aunado a esto, la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha reconocido que los tratados internacionales en materia de derechos humanos son vinculantes, luego entonces, México debe respetarlos en todas las personas independientemente de su situación migratoria.

La seguridad humana comprende las situaciones de vulnerabilidad y riesgo que pueden sufrir las personas en el traslado o tránsito por territorio mexicano por lo que la autoridad debe estar atenta para que esto no suceda y crear confianza en las personas que migran o huyen de sus países para que cuando entren en territorio mexicano puedan confiar en ellas.

Cuando hablamos de la igualdad y no discriminación nos referimos a que por el simple hecho de entrar a México todas las personas tienen todos los derechos comprendidos en las leyes mexicanas y tratados internacionales de los que es parte y no se les puede hacer distinción por su sexo, raza, color, idioma o lengua nativa, religión, opinión política o nivel socioeconómico, por ser extranjero o migrante.

Con perspectiva de género nos referimos en general, en cuanto a que las mujeres o niñas en calidad de migrantes o refugiadas sufren una doble victimización ya sea en el viaje para llegar a su destino o en el mismo, es decir, la violencia física, psicológica, o económica (al ser privada de su documentación y dinero) y la violencia sexual que pudo haber sufrido, o incluso la trata de personas, por lo que en su atención en particular se debe de tomar este tipo de situaciones en consideración y con especial sensibilización a cada caso ya que hay personas en diferente situación de vulnerabilidad como son: las personas con discapacidad, adultas mayores, de pueblos originarios, etc.

El enfoque de Cultura de Paz comprende eliminar las prácticas violentas que sufren los migrantes y refugiados por el hecho mismo de serlo. A través de las instituciones de los tres órdenes de gobierno, otorgando a los migrantes en todo momento una atención integral, respetuosa, digna a su persona y sobretodo libre de violencias.

Finalmente, el enfoque de no criminalización, esto para evitar esa mala imagen que puedan tener algunas personas sobre los migrantes o refugiados y que impide que puedan acceder a un empleo, al acceso de una vivienda, o a la educación en el país de acogida y puedan rehacer su vida en la medida de lo posible.

Las personas migrantes buscan la oportunidad de ser alguien, de trabajar, de mejorar su vida y la de su familia. El tener y recuperar su dignidad, aunque sea en la distancia de la tierra que los vio nacer.

El refugiado en cambio sabe que no puede volver, que no debe mirar atrás porque el recuerdo mata y la incertidumbre duele. El no tener nada seguro, el desconocer el futuro, el esperar a que las cosas cambien para que quizá algún día, no haya riesgo de volver a su país y pueda estar seguro él y los suyos.

Los refugiados viven en un país extraño, que intentan hacer suyo. Así como mexicanos migran a los Estados Unidos y añoran a México, igual los refugiados añoran a su gente, sus fiestas, sus costumbres. “Hay un sentimiento de añoranza”, dicen algunos refugiados nicaragüenses. Un sentimiento que esperan un día termine, cuando puedan volver.

—————————————-

[1] CIDH (2018). Informe de País. “Graves violaciones a los derechos humanos en el marco de las protestas sociales en Nicaragua”. Disponible en: Nicaragua2018-es.pdf (oas.org)

[2] Tifani Roberts Tuit (2021). Disponible en: Tifani Roberts en Twitter: «Nueva orden para los retenes de la Policia en #Nicaragua – lo primero que buscan, no son documentos, sino celulares. Los revisan estilo Gestapo buscando algo que “atente contra la soberanía”» / Twitter

[3] DOF (2014). Ley sobre Refugiados, protección complementaria y asilo político.

Autor