De qué se enferman las mujeres Mexicanas

El 28 de mayo de cada año se celebra el día internacional de acción por la salud de las mujeres, fecha en la que se concientiza sobre las enfermedades que sufren, así como la atención que reciben. Este festejo nos da la oportunidad de reflexionar y analizar la situación particular de las mujeres mexicanas.
De acuerdo con las estadísticas reportadas por el INEGI, en el periodo enero-junio 2021 las 4 principales causas de muerte de las mujeres mexicanas fueron: COVID-19 (por la pandemia), enfermedades del corazón, diabetes mellitus y tumores malignos. Estas enfermedades requieren de tratamientos prolongados y costosos; estudios clínicos, medicamento, dieta especial, hospitalización, etc. Derivado de esto, será interesante revisar las estadísticas de acceso a los servicios de salud pública (cada Institución del sector salud realiza estadística anual de prestación de servicios), y de esta manera analizar cómo son atendidas y acompañadas las mujeres mexicanas que las padecen.
En el programa sectorial de salud 2020-2024 publicado en el Diario Oficial de la Federación, el 17 de agosto de 2020, se menciona “Actualmente, el Sistema Nacional de Salud no garantiza el derecho a la salud de toda la población, ni el acceso efectivo a los servicios requeridos por las personas y las comunidades.” Es decir, la propia autoridad reconoce que hay un rezago en la atención.
El mismo documento establece como primer objetivo “Garantizar los servicios públicos de salud a toda la población que no cuente con seguridad social y, el acceso gratuito a la atención médica y hospitalaria, así como exámenes médicos y suministro de medicamentos incluidos en el Compendio Nacional de Insumos para la Salud”. Será retador para las autoridades emprender las acciones que abonen a revertir el atraso en materia de salud y con ello garantizar el acceso a los servicios, pues como ya se mencionó muchos tratamientos son prolongados, costosos e inaccesibles a muchas mujeres.
Al respecto y considerando las “buenas intenciones” plasmadas en este documento rector, para que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS); el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) e IMSS Bienestar operen sin escasez de medicamentos y con servicios de calidad, el gobierno federal deberá trabajar en el incremento al presupuesto asignado, ya que de no ser así solo se quedara en buenas intenciones y será complicado cumplir con esta expectativa.
Respecto a las necesidades que implica la atención de las enfermedades reportadas como principales causas de muerte de las mujeres mexicanas, y para darnos una idea de lo costoso que puede ser, tomaremos como ejemplo la diabetes, que de acuerdo con el sitio kondinero.com atenderla tiene un costo mensual aproximado a $2,000 pesos para las personas con seguridad social y alrededor de $7,500 al mes para los que no tienen servicios médicos. Estas Cifras nos reflejan que para aquellas mujeres que no cuentan con servicios de salud pública será imposible tener acceso a tratamiento, vulnerando su derecho de tener una vida saludable.
Adicionalmente, las mujeres enfrentan otros daños a su salud propias de su condición biológica y naturaleza, como las asociadas a la maternidad o la menopausia. Esta última por mucho tiempo ha sido minimizada, por lo que un porcentaje considerable de mujeres ha tenido que pasar por estos periodos de manera solitaria, enfrentando depresión, cansancio, bochornos, cambios en el estado de ánimo sin acompañamiento o medicación que les auxilie en el tratamiento, lo oneroso de los exámenes clínicos, atención de especialistas y los tratamientos propios de este padecimiento.
Ahora comprendo a mi mamá cuando decía que se sentía desesperada con ganas de salir corriendo porque una ola de calor se apoderaba de ella por la menopausia que afectaba su entorno, su trabajo, la relación con los demás. Como ella, he conocido la historia de muchas mujeres en situaciones similares.
La prevención genera condiciones de bienestar, se vuelve relevante, permite que hombres y mujeres tengan una calidad de vida saludable.
Algunas recomendaciones de los médicos giran en torno a la alimentación, la activación física y la recreación.
La organización Mundial de la Salud propone estos hábitos para el buen funcionamiento del organismo y evitar enfermedades a lo largo de la vida:
1.- Elegir que alimentos consumir, dando preferencia a las frutas y verduras, así como la reducción en el consumo de azúcar y grasas.
2.- Hacer actividad física periódica, ya que esta es clave para prevenir enfermedades cardiacas, diabetes, cáncer y la depresión.
3.- Evitar el consumo de tabaco y alcohol reduce la probabilidad de desarrollar enfermedades graves como cirrosis hepática o cáncer.
4.- Control de peso, ya que el sobre peso y la obesidad afecta la mayoría de los sistemas del cuerpo.
5.- Sueño regular y de calidad: la Academia Estadounidense de Medicina del Sueño (AASM) y la Sociedad de Investigación del Sueño (SRS) indican que los adultos deben dormir 7 o más horas para tener una salud óptima.
6.- Cuidar la salud mental, recomendable para evitar el estrés y la ansiedad.
Trabajemos pues en hábitos positivos desde la infancia, para revertir las condiciones de salud actuales y con ello mejorar nuestra calidad de vida. Esto será tarea de todos, gobiernos y sociedad, quienes podemos, en conjunto, generar una cultura del cuidado, aumentar las expectativas de vida y, al final, lograr comunidades responsables en donde podamos desarrollarnos de manera integral.