¿Cisma en la Iglesia en el siglo XXI?

Durante la Misa del Jueves Santo todos, en mayor o menor grado, nos pusimos a pensar en la situación que estaba viviendo Nuestro Señor: Daba comienzo a los días fundamentales de su vida y de la vida de la humanidad. Celebraba la Pascua al estilo del Pueblo Judio, instauraba la Eucaristía para la Nueva Alianza, daba el ejemplo más profundo de servicio y humildad que sus apóstoles o la humanidad hayan conocido. Al mismo tiempo agonizaba ya por la traición que se avecinaba, el abandono por parte de sus elegidos y el período de dolor y agonía que terminarían en su muerte. Además de esto, su sacrificio no sería comprendido por muchos, aún después de la Resurrección.
Me pareció comparable la situación del Maestro en ese momento con la del Papa Francisco, quien seguramente pasa por una mezcla de emociones similares a las de Cristo en Jueves Santo. Francisco celebra la Semana Santa como sucesor de San Pedro con un reconocimiento universal por su labor pastoral y de acercamiento al pueblo. Al mismo tiempo, ve los efectos negativos que la pandemia ha causado en las Iglesias Universal y en muchas locales, seguramente sufre al mirar la fuerza de los enemigos de la vida y la familia, más poderosos que nunca. Sufre también al no poder eliminar el humo de Satanás que se ha metido en la Iglesia.
Tal como Cristo sabía que se acercaba un tiempo de dolor angustia extremos, también el Papa puede vislumbrar la tormenta de dolor y división que se acerca en el horizonte de la historia.
Parece que otro cisma se está gestando en Europa. Desde 2019 la Iglesia Alemana inició oficialmente los trabajos del “Camino Sinodal Alemán”.
Casi desde su inicio han propuesto cambios radicales que desearía fueran aceptados y extendidos a la Iglesia Universal. Entre las principales propuestas se incluyen la inclusión de protestantes en la Sagrada Eucaristía, la ordenación de mujeres, elecciones episcopales abiertas a todos y la bendición a parejas homosexuales por sacerdotes católicos.
Este último punto es el que ha causado mayor revuelo en fechas recientes, a partir de un documento de la Congregación de la Doctrina de la Fe (CDF)[i], que responde “A LA PREGUNTA PROPUESTA: ¿La Iglesia dispone del poder para impartir la bendición a uniones de personas del mismo sexo?
SE RESPONDE: Negativamente.”
En la nota explicativa de este Responsum (respuesta) firmado por el Cardenal Luis F. Landaria, aclara: “no es lícito impartir una bendición a relaciones, o a parejas incluso estables, que implican una praxis sexual fuera del matrimonio.”[ii] Más adelante el documento afirma “Dios mismo no deja de bendecir a cada uno de sus hijos peregrinos en este mundo, porque para Él «somos más importantes que todos los pecados que nosotros podamos hacer»[iii]. Pero no bendice ni puede bendecir el pecado: bendice al hombre pecador, para que se reconozca como parte de su designio de amor y se deje cambiar por Él. Él, de hecho, «nos toma como somos, pero no nos deja nunca como somos»[iv]”.
El revuelo no proviene de la respuesta del Vaticano, que mantiene la fidelidad a la doctrina y a la tradición, lo impresionante es la respuesta de algunos obispos y cardenales al documento de la Santa Sede. El Cardenal Reinhard Marx, arzobispo de Múnich, el Cardenal Christoph Schönborn, arzobispo de Viena, Mons. Franz Lackner, presidente de la Conferencia Episcopal de Austria y Mons. Georg Bätzing, presidente de la Conferencia Episcopal de Alemania, entre otros, criticaron en términos inequívocos la respuesta de la CDF. Aún más, el Obispo Bätzing declaró “que llevará este “punto de vista” al interior de la discusión del “Camino Sinodal” de la Iglesia en Alemania”[v]. ¿Punto de vista? ¿Qué parte de NO, no le quedó clara?
No todo es oposición al Vaticano, el Cardenal Rainer Maria Woelki, arzobispo de Colonia, Mons. Stefan Oster, obispo de Passau, Mons. Rudolf Vederholzer, obispo de Ratisbona y otros varios acogieron gustosos el Responsum.
No hemos visto el final de esta controversia, ni tampoco hemos visto las consecuencias de esta división del episcopado alemán en Latinoamérica o en los Estados Unidos, aunque suponemos que la habrá. De hecho, ya ha habido una declaración de un sacerdote jesuita mexicano, el P. David Fernández Ávalos, ex rector de la Universidad Iberoamericana, en la cuenta de twitter que canceló poco después de publicar en ella que “es un día triste. Me apena lo que ha dicho la Congregación para la Doctrina de la Fe”
Esta Semana Santa tiene cierta similitud con la primera. Pero como sucedió entonces, ya sabemos que, de la traición, la desesperación y la destrucción Dios ha de sacar beneficios insospechados.
[i] Responsum de la Congregación para la Doctrina de la Fe a un dubium sobre las bendiciones de las uniones de personas del mismo sexo. 22/02/2021. http://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/documents/rc_con_cfaith_doc_20210222_responsum-dubium-unioni_sp.html
[ii] Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2357.
[iii] Francisco, Audiencia General del 2 de diciembre de 2020, Catequesis sobre la oración: la bendición.
[iv] Ibidem.
[v] Tomado de: ACIPrensa 16 de Marzo de 2021. Obispos alemanes reaccionan a «no» del Vaticano a bendición de uniones homosexuales. https://www.aciprensa.com/noticias/obispos-alemanes-reaccionan-a-no-del-vaticano-a-bendicion-de-uniones-homosexuales-25957