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El Banco de Tiempo en la Doctrina Social de la Iglesia

por | Economía

El Banco de Tiempo es una herramienta innovadora que busca promover la solidaridad y el intercambio de servicios en la comunidad, basándose en principios de la Doctrina Social de la Iglesia: la dignidad humana, la solidaridad, la justicia social y el bien común. En este artículo, exploraremos la fundamentación práctica del Banco de Tiempo en la antropología cristiana, el valor del trabajo, la solidaridad y la fraternidad, y su potencial para fortalecer la comunidad fomentando una cultura del dar.

La Iglesia reconoce la importancia de la economía y su valor en la sociedad, pero también marca límites cuando se subordinan otros aspectos de la naturaleza humana a consideraciones económicas. La antropología cristiana trasciende las ciencias humanas y considera la dignidad espiritual del ser humano como hijo de Dios. Esta perspectiva integral del ser humano es fundamental para comprender el valor del trabajo y la solidaridad en la sociedad.

En su magisterio social enseña que el trabajo es una forma de participar en la obra creadora de Dios y potenciar la Creación en beneficio propio y de los demás. El trabajo no es solo un hecho aislado, sino que tiene efectos comunitarios, beneficiando a otros y fomentando la solidaridad. Es importante reconocer la remuneración del trabajo y buscar salarios justos, pero también valorar la dignidad de quienes lo realizan más allá de su valor objetivo. La solidaridad entre los hombres puede permitir un intercambio de servicios basado en la dignidad y renunciar al valor objetivo del trabajo.

El Banco de Tiempo reconoce y valora esta dimensión comunitaria del trabajo, ya que cada servicio ofrecido y recibido a través del Banco de Tiempo es una oportunidad para fortalecer los lazos de solidaridad y construir una sociedad más justa.

En este contexto, el Banco de Tiempo surge como un facilitador para la solidaridad y el intercambio de servicios. Propone un sistema en el cual las personas pueden ofrecer y recibir servicios basados en el tiempo dedicado en proporcionarlos, sin necesidad de depender de la disponibilidad de dinero para ello. El Banco de Tiempo busca generar condiciones donde aquellos que necesitan trabajar no se encuentren sin oportunidades de hacerlo por falta de recursos económicos. Esta iniciativa se alinea con la visión de solidaridad y fraternidad promovida por el Papa Francisco.

Funcionamiento y alcance del Banco de Tiempo:

El funcionamiento del Banco de Tiempo se basa en el principio de reciprocidad y ayuda mutua. Cada participante del Banco de Tiempo tiene la posibilidad de ofrecer sus servicios en áreas en las que tiene habilidades y experiencias, y a su vez, puede recibir servicios de otros miembros de la comunidad en áreas en las que necesite ayuda. Esto crea un entorno en el que todos se benefician y contribuyen según sus capacidades y necesidades, sin que el intercambio esté determinado por consideraciones puramente económicas.

El Banco de Tiempo utiliza una plataforma digital para facilitar el intercambio de servicios: (http://uniondeservicios.org/) donde cada usuario decide qué servicios necesita y qué servicios puede ofrecer a la comunidad. No se trata de un trueque uno a uno, sino de una bolsa de servicios donde todos pueden participar. Se utiliza el tiempo como unidad de intercambio en lugar del dinero. Cada servicio o actividad tiene un valor en términos del tiempo necesario para proporcionarlo, por ejemplo, una hora de trabajo. Esta valoración permite un intercambio equitativo y proporciona una base para registrar y contabilizar las transacciones.

El Banco de Tiempo fomenta la diversidad de habilidades y conocimientos de sus miembros. Las personas pueden ofrecer servicios en una amplia gama de áreas, como cuidado de niños, tareas domésticas, jardinería, enseñanza de idiomas, asesoramiento legal, reparaciones menores, entre otros. La variedad de servicios disponibles enriquece la oferta y la demanda dentro de la comunidad.

En lugar de acumular dinero, los participantes acumulan «horas de tiempo» a medida que ofrecen sus servicios a otros miembros. Estas horas pueden ser utilizadas posteriormente para recibir servicios de otros participantes. Este sistema fomenta la reciprocidad y fortalece los lazos comunitarios.

El Banco de Tiempo funciona como una asociación comunitaria sin ánimo de lucro. La gestión está a cargo de coordinadores voluntarios llamados “Padrinos”, actuando en entidades locales, como parroquias, colegios, universidades, organizaciones gremiales y organizaciones de servicio social, como Bancos de Alimentos y otros similares. Estos actores desempeñan un papel fundamental en la coordinación de los intercambios de servicios y el fomento de nuevos registros de usuarios en la plataforma del Banco de Tiempo.

Además de facilitar el intercambio de servicios, el Banco de Tiempo tiene un impacto más amplio en la comunidad. Fomenta la creación de lazos sociales y fortalece la confianza entre los participantes, promoviendo así una cultura del dar y la solidaridad.

A través del Banco de Tiempo, las personas pueden experimentar el valor intrínseco del trabajo y la satisfacción de ayudar a los demás, trascendiendo la lógica meramente transaccional de las relaciones económicas.

Los bancos de tiempo a menudo organizan eventos y actividades para promover la interacción social entre los miembros. Estas actividades pueden incluir talleres, charlas, excursiones, celebraciones comunitarias, entre otras. De esta manera, el Banco de Tiempo no solo se enfoca en el intercambio de servicios, sino también en el fortalecimiento de la comunidad y la creación de redes de apoyo.

En resumen, el Banco de Tiempo es una herramienta práctica para promover la solidaridad, el intercambio de servicios y el fortalecimiento comunitario. Al basarse en principios fundamentales de la antropología cristiana y en el valor del trabajo, el Banco de Tiempo ofrece una alternativa solidaria y fraterna a las relaciones económicas convencionales, contribuyendo así a la construcción de una sociedad más justa y humana.

 


Anaya, C, (2023) “Fundamentación practica del Banco de Tiempo en la Doctrina Social de la Iglesia” en “Memorias del III Congreso Latinoamericano y Caribeño de Doctrina Social de la Iglesia”. Bogotá, Colombia. CELAM.

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Autor

  • Carlos Anaya

    Director General del Registro Nacional de Población. México. (2004 a 2010). CEO de Servicios Geo Enlace, empresa de Internet de las cosas (2010 a la fecha). Fundador de la Unión de Servicios Solidarios - Banco de Tiempo. (2018 a la fecha). Twitter @caranaya | Linkedin https://www.linkedin.com/in/carlos-anaya-7198202b/