Los Cruzados de Cristo Rey: una historia de fidelidad

Los Cruzados de Cristo Rey, una Sociedad Clerical de Vida Apostólica, arrancan este año los festejos por sus 50 años de existencia. 50 años en los que han vivido todas las etapas de la fidelidad plenamente: búsqueda, aceptación, congruencia y constancia.
- En 1970 un grupo de fieles cristianos llevaron a cabo en la Ciudad de México varias reuniones para delinear y poner en marcha un proyecto que permitiera a los cristianos enfrentar los problemas que se vivían no sólo a nivel social y político, sino a nivel eclesial.
- Fueron jóvenes católicos empeñados en la promoción de una conciencia y una acción cívica y política en el campo estudiantil coherente con el Evangelio y con el Magisterio de la Iglesia.
- Ramón Plata Moreno era líder de un grupo de laicos comprometidos con el Reinado Social de Cristo. Plata Moreno convocó a un grupo de sacerdotes y religiosos amigos suyos, a algunos laicos adultos de su grupo y a jóvenes a varias reuniones con la intención de ayudar a discernir cuál sería el perfil de la obra a iniciar. Los sacerdotes diocesanos eran Baltazar Gaona y Juan Gutiérrez y Monseñor Nicolás Hernández, canónigo de Durango. Los Hermanos Lasallistas eran Juan del Castillo, Miguel Martínez y Manuel Velazco. Asimismo el fraile Fray Silvestre Paredes, OFM. Los laicos Augusto Domínguez y Adolfo Orozco. Y los jóvenes interesados: José Manuel Pereda Crespo, Jesús Hernández, Rolando Rivera, Pablo Castellanos, Jesús Rivera, José Luis Mastreta y Rodolfo Morillón.
- Definieron cuatro finalidades: obediencia al Papa, formación del clero, asesoría y formación a los dirigentes del mundo y la lucha contra el enemigo de la Iglesia.
- En un acto fundacional plantearon formalizar el compromiso de luchar y trabajar por las cuatro finalidades; trabajar por la fundación de la congregación; las cuatro promesas de pobreza, castidad, obediencia y espíritu de martirio; y el acta constitutiva del organismo provisional.
- La fundación de la Asociación quedó formalizada el 25 de enero de 1971, por ser la conversión de San Pablo.
- Se comprometieron a la recristianización de la sociedad mediante el estudio y predicación de la fe católica genuina, sin apartarse de las enseñanzas del Vicario de Jesucristo, intérprete infalible de verdad. A la recristianización de las costumbres corrompidas por la adulterada interpretación de dogmas y moral católicos. A la defensa hasta la muerte de todas y cada una de las prerrogativas del Pontificado Romano. A la promoción de una austera ascética cristiana.
- De los seis jóvenes que habían partido en 1971 a diferentes localidades para realizar su periodo de prueba, solo tres se reunieron nuevamente en julio de 1972 para comenzar la vida comunitaria: José Pereda, José Luis Mastreta y Rodolfo Morillón, quienes comenzaron los estudios de filosofía en la Universidad Lasalle.
- Para 1973 a los nuevos miembros se les hablaba de los compromisos que adquirirían en esta nueva comunidad: guardar pobreza, castidad, obediencia y espíritu de martirio. Así como trabajar por los fines de la sociedad que se transmitían con el testimonio apostólico cotidiano y buscar el establecimiento de los Cruzados según los “sagrados cánones”.
- En el verano de 1973 se incorporaron a la vida comunitaria Víctor Ramírez, Eugenio Carrillo, José Antonio Cerda y José Manuel Torres. Por su parte, Rodolfo Morillón, miembro de la generación fundadora, dejó la Sociedad.
- Un grupo de mujeres jóvenes lideradas por Martha Aranda inició la fundación de lo que llegaría a ser la rama femenina de los Cruzados de Cristo Rey, la sociedad de Virgo Fidelis, que acompañaría a la rama masculina durante muchos años.
- Para 1974 Francisco Navarro y Carlos Ortiz Montes se integraron a la vida comunitaria. José Antonio Cerda, José Manuel Torres y Francisco Navarro iniciaron la experiencia del Noviciado bajo la guía de Fray Silvestre Paredes.
- Ese mismo año se presentó la Sociedad Cruzados de Cristo Rey a Don Francisco Javier Nuño, obispo de San Juan de los Lagos, Jalisco y a Don Felipe de Jesús Cueto, obispo de Tlalnepantla, Estado de México.
Unámonos en oración en este año de Gracia por sus 50 años. Que Cristo Rey y María Reina les concedan abundantes vocaciones igual de fieles a este necesario instrumento de la causa y de la Iglesia.
*Datos obtenidos del libro: “Sociedad Clerical de Vida Apostólica Cruzados de Cristo Rey”. Historia. México 2017.